El arroz blanco no tiene porque ser el eterno acompañante necesitado de una buena salsa para no parecer insulso. Algunos se molestan en comprar caras variedades de arroces aromáticos y luego los echan a cocer como si de pasta se tratase. En esta sencilla receta os enseñaré a preparar un arroz rico y sabroso que dará alegría a vuestros platos.
Ingredientes:
·arroz
·ajo
·aceite de oliva
·agua
Preparación:
Prepararemos arroz para dos personas. Cortamos 2 ajos en lonchas y en una cazuela con un poco de aceite (4cucharadas soperas) los ponemos a dorarse, teniendo cuidado de no cocinarlos demasiado ya que se pondrían amargos y nos estropearían el arroz. Una vez dorados los ajos, los retiramos y en el aceite echamos una taza de arroz, con el fuego medio/alto tostamos un poco el arroz removiendo constantemente. Cuando el arroz obtiene un color dorado, añadimos otra taza de arroz e inmediatamente el agua correspondiente*, salpimentamos y volvemos a añadir los ajos, mantenemos el fuego medio/alto hasta que el agua empieza a hervir, en ese momento tapamos la cazuela y ponemos el fuego al mínimo. Solo queda esperar que el arroz absorba toda el agua y lo retiraremos del fuego dejándolo reposar unos minutos antes de servirlo.
*cada variedad de arroz necesita una cantidad específica de agua para estar en su punto, esta información la encontraréis en el paquete o en su defecto podéis buscarla en internet (el arroz común necesita una parte de arroz por dos de agua).
Espero que lo disfrutéis.
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